domingo, 27 de febrero de 2011

Más allá de la dialéctica

Fueron filósofos griegos quienes leyeron los textos del antiguo Israel.
Fueron los que dijeron “así es como se debe escribir del Ser”.
Fueron los que dijeron escribirlo.

Fueron los filósofos griegos la visión de los profetas de Yavé.
Fueron esas visiones las que fijaron el signo en el papel,
Fueron el aliento secreto que llevó del desierto al dominio del mar,

Los Hombres

Fueron la cueva, el fuego, el temblor de tierra,
Y la ira descontrolada de la razón mortal,
Fueron los que retumban desde las estepas del Oriente.

Fueron los que negaron al tiempo la palabra,
Fueron los que sepultaron el cuerpo del dios mortal,
Fueron los de la comedia favorita de Macedonia,

Los que enterraron el cuerpo del dios sacrificado.

Pero aún ahí titanes recuerdan el silencio,
Eloi! Eloí! Y los carros de fuego,
Los vientos cálidos del estío antes de morir
En mi garganta, un domingo,

En los signos de su tiempo en mi papel,
Antes de ser trigo de la tierra en mi silencio,
Antes de ser locos, lógicos, condenados o sin-sentido.

Antes de diseñar todas las palabras del ser.

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