viernes, 28 de enero de 2011

Sin título

P.M. A Sicilia, el hijo del poeta muerto

Construiste cada sueño en el sueño de ser real
; tus pasos sólo fueron atendidos por el dios oscuro.
Tu camino a la gloria atravesó mil cielos antes de caer a la luz del sol.

Perdido de mí, perdido de mi recuerdo.

Horizontes azul,
uno ninguno,
linces de la mañana surcaron el último cielo
antes del amanecer.
Uñas, estaño, espalda esculpen
el fuego que permuta tu señal en silencio.
Tatuar tú,
ninguno,
negro añil del zarpazo de tu grito moribundo.
El sol:
el felino destino de este día
se impone sin tender tus sueños al amparo del dios.

El eterno retorno recuerda sus regímenes de vanidad,
palabra desgastada en auxilio del tiempo.

Sopla,
Quizá alcances un último trago de vida.
Duerme,
Puede tu cuerpo olvidar el rostro de tu muerte.
Muere,
Nadie reposa en silencio su propio día de misterio.

1 comentario:

  1. el dios que da aliento(sopla) el dios que sueña (duerme) el dios que muere (silencio). Todo está por construirse atravesando el misterio o el cielo. después vendrá el reposo o el guerrero.

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