sábado, 11 de diciembre de 2010

Sólo en el nivel técnico de la ingeniería

A mi mejor amigo, hoy que sé me puedo traicionar




Te creerás que yo sí sigo aquí conmigo.
Pero te das cuenta que no importa cuánto se parezca a mi mismo,
Él sabe que no es mi amigo.
Él simplemente es mi reflejo, ni amigo ni enemigo.

Buscamos entonces paraje, alguien que sea como uno mismo,
Pero si las similitudes son abstractas, entonces se deben equivocar mis sentidos.

Yo no amo a la reina, ni quiero coger a la reina, ni quiero que viva o muera. La reina es la reina y yo no tengo nada que ver con ella.
¿Me explico?


No importa que tan interactivo contigo sea tu equipo, tú eres tú y el equipo el equipo. ¿Me explico?
¿Semejante canción y pink floyd no pudiendo más que escribir un cuento de ingeniería posmoderna?
Obvio que no, no es más que hiperrealismo, sólo que la estética ya no es poesía, es mundo, es real, es alucinación, es el enemigo. Es mi poema, es mi mejor amigo.
Es la filosofía. Eres tú, eres conmigo.
Pero antes hay un ser-ahí y después un ser-uno-mismo (ser-en-el mundo).

El miedo de ver lo real es lo real mismo, sólo que con las luces prendidas y viendo alrededor todo claro y nítido. Es decir, inexplicable, simplemente real, desconocido.
El miedo es sólo la escritura al fondo del espejo que se puede leer nítida,
pero entonces eso es un sueño, o mejor aún un poema.
Pero entonces eso no es lo real.
Sin embargo, si tu lees esto, si te paras con Lezama al frente de tu espejo, leyendo entonces la muerte de narciso, ¿no acaso entonces el espejo se olvida de reflejar al sonido?
Esperando, esperando, esperando entonces
La siguiente poesía.
Respiro, respiro, hay algo que entra conmigo,
Exhalo y canto el poema, un solo verso
Que se abre como la noche se abre a la claridad,
Como un deseo sublimado en lo real de una estrella.
Pues lo real no se enfrenta a lo real mismo,
en lo real la tierra sólo es tierra,
no conoce sucesor.



Su primer sonido es el símbolo,
Su segundo un poema,
Entonces viene la música y viene el sucesor.

Entonces viene la poesía
y finalmente nace un poeta,
donde ya todo el dios del vino se lo preparó.

Es la encarnación del dios en vientre deseado,
es la historia donde la virgen es esa dulce mujer amada por el divino dios,
pero esta historia ya no es un mito, este mito es una canción.


Muy jazz todo tú me dirás que toda canción cuenta una historia,
Pero ahí es donde viene mi estridentismo, todo poema lo puedo hacer abstracción.
Ya no es ritmo, es la marcha del ser en medio de sus estrellas,
El rastro del sonido de la creación,
Explotan los platillos, y las trompetas exhalan un dulce vapor de amor prohibido,
Pues los platillos son cadenas en el piso, meciéndose al ritmo de las caderas y el corazón del amor enemigo. Sólo el silencio, sólo el vació.
El corazón eterno de la creación.

¿Dónde estuviste tú entonces si no lo viste?
Esto no tiene nada que ver con metáforas de la Ilustración, ni con los torpes mitos de las edades oscuras, nada de retornos epocales, el instante sólo aparece como sonido.

¿Ahora, un instrumento musical es real?
No, él tambien representa, representa en tanto sonido, pero ese sonido es producido en un artefacto técnico de alta especialización. Uuuuhh, ese vértigo del piano, sea antiguo o sea un sintetizador manejado por un Genio del rock.
Ahí es donde la selva sigue siendo destrucción, ahí es donde la selva es la propia civilización. El instante es lo mismo en todas las escenas, se podrá contar una historia, claro, pero toda la historia responde a una sola proposición.
Pues que ojala la poesía fueran sólo versos, pero resulta que al tecnificar el sonido, habéis diseñado todas las herramientas de la creación.
Ah! Mamón, tenéis entonces a vuestro amigo Kant?
Lo siento, lo mejor que puedo decir de él es que se trata de otro creador.

¿Ves entonces por que la creación desde el principio fue atacada?
Pues por no ser dios el creador.

Claro que esto tiene dos respuestas, claro que estas dos respuestas son realidad, pero ninguna de ellas cuenta una historia, pues no la cuenta, no son relato, son la historia, son la realidad.
No hay más grande poeta que Platón, aquel que leyó los textos antiguos del sagrado Egipto, y la llamo a su modo el otro, y se llamo así mismo maestro del creador.
No fue la misma transliteración del secreto del Nilo vuelta Babilonia en principio ordenador del abismo, no fue la estrella de David en el desierto, fue el rostro del dios reflejado en un mismo, fueron los griegos, fue la madre de occidente, la que se busco en el silencio del sonido, la virgen amada que fuera a parirle un hijo al hijo de nuestro señor.

Ay! ¿Te imaginas los cuentos para niños cantados por los griegos?
Pues que si lo terrible es sólo una idea, no creo que a los niños griegos les emocionaran tanto los mitos de creación. ¿Te das cuenta porqué desconfío de los que creen conocer los mitos?
Imagina a los griegos sin ir a la guerra, sin escribir poemas, sin dialogar en público, o sin dar clases de filosofía en medio del desierto.
No, imagina a los griegos sólo siendo griegos, haciendo lo que tú harías de estar solo, o con tu mujer, con tus hijos y tus amigos.
¿Te creerías que entonces toda su vida es como esa fiesta?
No, claro que no, ellos trabajan, mantienen grandes e importantes empresas,
pueden redactar un tratado, o un periódico, o pueden dedicarse sólo a levantar edificios;
aún cuando esto parezca gringo, no, se trata de la poesía del otro americanismo.
Estar sólo siempre es ser el mundo,
ser el mundo siempre es ser de uno mismo.

Pero ojo, pues esto no era sólo ser esclavo o maestro, aún siendo esclavo de un griego, tú te hacías dueño de ti mismo. Y esto no es sólo un decir de Sócrates, este es el primer principio político.

Ahora bien, ojo, pues ni con todo esto hemos enunciado el instante, lo real de lo real.
No por que los griegos no fueran de suyo políticos, sino por que los griegos no siempre fueron griegos y no siempre conocieron la razón.
¿Te atreverías como Nietzsche en el Evangelio, a leer la Iliada y la Odisea para saber cuánto de todo lo que sucede le fue añadido al dolor del amor? ¿Cuántos dioses fueron heridos sólo de imaginarme esta situación? ¿Sabes cuántos dioses mueren cada día?, ¿sabes que cada día es de destrucción divina? ¿No?

Pues entérate que lo sagrado no es sólo lo divino, en lo sagrado también esta el fundador,
en lo sagrado está uno mismo, el hombre, está uno mismo el dios.

La tierra, el cielo, los hombres, el dios.

La bandera finca el mundo.
El mundo me da mi proporción,
El mundo es nombrado concepto,
del concepto nombras a dios.

De dios se hace tristeza,
de la tristeza ilusión,
Después desandas lo oído,
y desoyes la atención.

¿Quién lo hizo?

¿Quién mato a dios con creer que de escribir “dios ha muerto” entonces dios murió?
Sí los dioses mueren es sólo en la poesía, lo malo es que la gran poesía no tiene nada que ver con la creación. La tierra es sólo un poema, lo bueno, que el caos siempre es el fundador.
Por ello el amor en Hesiodo no tiene parentela, el amor es siempre más allá del inicio del relato, es el instante mismo de creación.
¿Ven porque la abstracción sólo es con el símbolo escrito?
¿Ven por qué el símbolo por sí sólo encuentra sonido y olvido?
¿Ves porqué la música es bendita?
Porqué aún siendo música, es creación.

Pero yo soy fundamento de mi poesía, de mi propio canto, de mi estrella en el firmamento. Yo me llamo para perderme en el sonido de la tristeza, yo me llamo para aprovechar todos los sonidos del pasado. Sin saber acaso quién fue el tigre que engendra a mi asesino, yo me enfrento, a mi selva, como el terror piensa sólo en el homicidio de mi error.
Os fijáis por qué yo no soy humanista?, por que yo sólo soy yo?
Pero obseva que soy filósofo y poeta, te atreverías a decir que tú eres tú.
De hacerlo, el suceso sucede en lo real,
Pero de no escribirlo a tiempo, lo real se olvida, y sólo fuiste un berrinche más en la noche de tu propia creación.

Piensa entonces de nuevo en ese doctor que te recibió. Bendito si fuiste de una partera, pero entonces serías sólo lo que tu madre te dio. No, estas hoy sentado, leyendo conmigo, estás hoy aquí siendo mi hermano, siendo mi amigo.

Una vez lloré, era el primer día de jardín de niños.
Un niño, Raúl, me preguntó
si quería ser su amigo;
claro antes pregunto por qué lloraba
y yo lo dije que por que ya no tenía corazón.




Si hay leyes no hay historía,
porque así, todo está preescrito.
¿Me explico? No es historia, es representación.
Y la representación representa.
Si llega a representar sólo es como una pintura en un cuadro de Velásquez, o como Guido en 8 ½ de Felini, es Marcelo, nunca Federico, aún cuando quién puso los diálogos fuera Felinni. (Como Hegel en la Fenomenología del espíritu, pues la dialéctica hegeliana, sólo es eso, la dialéctica del Filósofo Hegel y no así pensamiento, dialéctica, o representación. Hacia hablar al espíritu para después él colocar lo que quería que dijeran, habiéndoles ya él doblado el sonido en su escrito.
Ah! las maravillas de la edición. Si tan sólo hubiera escrito Fellini desde el principio. Pero por esto esto es poesía. Pues es instante, nunca escena o principio.)



Prueba es probar,
Comprueba ya es compra, pero no así vender.
Vender es estar sometido.
¿Crees que realmente existe un negocio de los filósofos?
¿O que la ciencia es simplemente una empresa?

Ah! qué caray!

Sólo somos el otro americanismo,
el último sueño de principio,
los soles del sol antes de amanecer
en nuestra orilla,
la tierra, nuestra América,
la última orilla antes del sol.

Verter

Dionysios toma la bota y vierte el vino,
tus labios, la lengua, el calor y la danza de los aromas,
danza de las bacantes desnudas festejando el alba del Sol. (la apertura)

La tierra envuelve la semilla, la arropa, la alimenta,
la crece y la anochece para la hija de la mañana.
La toma y la re-vuelve, así el cielo se regocija del calor de sus aromas.

El cielo no puede sino llorar con el dolor de la danza,
los labios de la uva remojan su silueta con la voz del canto;
así los dioses nacen del amor de la tierra y el cielo, es cierto,

el rayo siempre amenaza los afanes de los hijos del dios.

Sabe su propio fulgor, teme perder su altura;
pero las plantas, nunca enemigas,
abrazan los ojos de su tierra, así nace la tormenta.

Las doncellas no temen al dolor del sol ni al color de la lluvia,
siquiera la muerte, su piel es de sirena, su llanto del color del lino,
la danza de su velo al instante de la tempestad:

no importan los truenos, sólo su canción, sólo su ambrosía.

Ahí es donde poetas y pintores
huelen y palpan el cuero de la bota,
ahí es donde Dionysios vierte el vino al ser.

Las hazañas del vino cuentan que los números dejaron de importar,
las medidas de un dios no se juegan en apuestas,
los dados del dios sólo son sueños del dios,

sólo su vino, nunca su aliento, nunca su razón.

viernes, 10 de diciembre de 2010





Al momento de la explosión sólo se mueve la cámara,

siquiera es necesario se escuche la explosión.



sábado, 4 de diciembre de 2010

Treinta y dos pesos una cajetilla de delicados con filtro

Eliseo miraba y clamaba: “!Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel y auriga suyo”
2 Reyes, 2, 12



Pues bueno, se supone que ya no iba a fumar, desde hace dos semanas. Pamela espera un niño. Claro que yo espero una niña, pero que sea, simplemente que sea.

En fin, treinta y dos pesos una cajetilla de delicados con filtro. ¿Esto tiene que ver con la salud? ¿Con el hecho de que más personas dejen el cigarro?

Veamos la cajetilla:



EL HUMO DE TU TABACO TAMBIEN DAÑA A TUS HIJOS



De acuerdo a este anuncio la esencia del tabaco es el dañar, de manera que su daño no se dirige únicamente al sujeto del cigarro, sino va incluso contra mis propios hijos. Pero ¿es el tabaco lo que daña? ¿Qué es entonces el alquitrán que produce cáncer?, ¿qué los elementos radiactivos que también el tabaco contiene? Estos productos y otros más, ¿los contiene el tabaco de suyo, o por el contrario, le son añadidos? Pues que si resulta la segunda opción, el tabaco no es el dañino, siquiera el alquitrán o el cesio radiactivo. No, lo dañino es el orden de la producción del tabaco, es decir su manufactura, su elaboración, y no así que de suyo lo dañino sea el tabaco.

Esto implica que lo dañino no es la esencia del tabaco, sino que su esencia se juega en el ámbito de su consumo, ese punto que cierra la dialéctica de la producción, distribución, venta y consumo. Pero si esta esencia dañina apunta al consumo, esta esencia por su propia determinación se co-dirige al ámbito total de la producción industrial contemporánea.

El humo mismo es entonces la señal del consumo, pues mis hijos co-consumen conmigo esa esencia dañina referida por el humo. “Fumar mata… …y no sólo a ti”, dicen, pero después de lo anterior, ya no puedo estar seguro que lo dañino sea el tabaco. Luego entonces, si el objetivo del incremento general al tabaco obedece a principios de salud, ¿por qué no prohibir la adición de esos productos al tabaco?, ¿por qué no entonces vender tabaco puro, sin aditamentos, sin adiciones?

La respuesta es simple, esto nada tiene que ver con la salud. Pero antes, meditemos un poco sobre el concepto salud. La salud se refiere a la salud del sí mismo, salud que se co-dirije en relación del sí mismo al resto de los otros que junto conmigo forman mi cotidianeidad, nuestra cotidianeidad, lo que de suyo llamamos mundo.

Resulta luego que el Estado se erige y se dirige con el incremento a la protección de la salud, quiero decir, a la protección de mí mismo en contra de mí. ¿Quién soy yo que no me puedo cuidar?, ¿quién es el Estado de manera que él es el que me protege? Podría preguntar ahora quién me protege en contra del Estado, pero obviemos esta sospecha de momento y prosigamos la meditación. Preguntemos por la esencia del Estado contemporáneo y dirijamos esta esencia al tema del sí mismo.

Como lo puede explicar cualquier teórico político de los últimos cuatrocientos años a la fecha, la labor del Estado se dirime en la protección a la propiedad privada. Incluso el marxismo parte de este supuesto, por ello la primera revolución, la abolición de la propiedad privada, es un punto intermedio a la abolición del Estado, es decir, un momento de tránsito entre la dictadura del proletariado en dirección hacia el comunismo.

Pero a primeras resulta obvio que el Estado contemporáneo no se dirige a la instauración de la dictadura del proletariado, masificación del idealismo materializado. Es decir, el Estado al erigirse en garante de la propiedad privada ahora se abroga el derecho de proteger la salud. ¿Cuál es entonces la relación? Pues que justo la salud al referirse al sí mismo alude indirectamente al estatuto de propiedad que se dirime en los conceptos de cuerpo y alma. No nos peleemos en este momento con estos términos, de momento aceptémoslos a-críticamente para poder proseguir.

Si el sí mismo posee un cuerpo y un alma, estos dos compuestos son las dos determinaciones de la propia propiedad privada, el propio sí mismo. Si el Estado defiende la propiedad es entonces que también defiende la integridad de este derecho ¡Pero lo defiende en contra de mi mismo! Resulta entonces que yo tengo derecho de uso, más no de abuso ante mi mismo y mi propio entorno, mi propio consumo.

Luego entonces si defiende la propiedad privada, es entonces que defiende la propiedad privada de alguien más, alguien que no soy yo. ¿A quién le pertenece mi cuerpo y mi alma? ¿A mi familia?, ¿a mi patria?, ¿a mi pueblo? ¿a mi nación? No, le pertenezco a mi Estado, soy propiedad del Estado y no poseo el derecho a abusar de mí. De hecho, si el Estado es mi propietario, él es el único con derecho a abusar de mí. De ahí el incremento. Pero entonces al develar este primer signo del incremento, ¿que conlleva esto?

Pues bien, por ejemplo, resulta que al no tener propiedad de mi alma, no puedo alterar la disposición de ella a menos que cuente con un dispositivo que legitime tal modificación, quiero decir que para que yo pueda modificar el régimen de constitución de mi alma requiero del permiso de mi Estado político. Desde aquí podríamos leer el sentido de las recetas médicas, la licenciatura misma al ejercicio de la medicina, el negocio de la industria farmacéutica, la pauperización de los institutos de servicio de salud social, o incluso, la adición de elementos dañinos para el organismo social en la producción de tabaco.

Pero también al podernos cuestionar esto, podemos cuestionar cómo y para qué resulta que ese mismo Estado es el que puede permitir o prohibir que una mujer decida sobre el momento de la pro-creación. ¿Cómo resulta posible que una mujer que aborte pueda ser procesada penalmente en ciertos territorios del Estado mexicano, o que en el Distrito federal pueda llevar a cabo tal acción?

Es derecho de la mujer practicarse un aborto en la ciudad de México, pero es este derecho sólo en la licencia que ha otorgado la asamblea legislativa para dicho fin. Es decir, si la mujer es libre de elección respecto a tal tema, resulta que es libre no porque su cuerpo y su vida, su proyecto de vida, le pertenezcan; no, el derecho es, la libertad es sólo como una gracia y potestad conferida por el Estado político a esa sección específica de la sociedad, de su cuerpo social.

Pero entonces, en la antípoda de dicha cuestión, ¿qué ocurre en China cuando el Estado chino no permite que las parejas conciban más de un hijo?

Hemos de contemplar entonces que la esencia del Estado se juega en un plano anterior al de las diferencias ideológicas que marcan los colores y las orientaciones sexuales de un Estado político contemporáneo, pues la posesión del Estado por sobre la integridad física y emocional de sus ciudadanos es el ámbito original del poder del Estado mismo.

La cosa del poder, aquello a lo que los predicados estatales se dirigen, es el régimen de propiedad y explotación del recurso más preciado del poder, la vida misma de sus ciudadanos. De manera tal que si la cajetilla dice:



EL HUMO DE TU TABACO TAMBIEN DAÑA A TUS HIJOS



el sujeto del enunciado es el humo, un agente estatal que se enuncia en la protección ante el daño. Pero el predicado dañar se co-dirige a mis hijos, en términos de que la posesión indicada por el “tus”, es decir, “mis”, refiere el ámbito esencial desde donde se proyecta el daño a la propiedad de los recursos del Estado: Yo.

Por ello inmediatamente dice:



Fumando dificultas la respiración de los niños y les causas enfermedades respiratorias graves.



Pero entonces, al declarar esto, al informarte de este “mal”, el Estado informa a sus ciudadanos que el daño del tabaco se confiere al resto de la población en la acción particular e individual del fumar. Quién fuma soy yo, quien daña soy yo, no el tabaco.

“Deja de fumar te conviene” y con esta advertencia me señalan el ámbito general de mi conveniencia, es decir, de mi salud. Pero no olvidemos que la salud es un ámbito existencial del poder del Estado para conmigo. Es decir, se ha transvalorado absolutamente el ámbito de la conveniencia misma, siento ésta un ámbito propio de la voluntad de poder del Estado contemporáneo, aquello mismo que otros teórico han señalado con el concepto de Estado clínico, determinación que justo refiere cómo y para qué el devenir de los dispositivos, las instituciones y los discursos del poder en las últimas décadas.

Treinta y dos pesos por una cajetilla de cigarros con filtro. ¿Y a dónde va a parar ese dinero? No resulta complejo pensar que eso va dirigido a las instituciones de seguridad pública, instalaciones de poder y no de sometimiento que reiteran el ámbito de ad-scripción de la normalidad social, y por tanto, de-scriben el ámbito de la acción general humana respecto a los dispositivos jurídicos que el Estado contemporáneo ha erigido como garantes trascendentales de la paz y la concordia social: las leyes de un pueblo.

Pero como la salud, la seguridad no es la seguridad de los ciudadanos, sino la seguridad del ámbito de poder del Estado, es decir, en tanto que la determinación salud señala al ámbito de sometimiento y expansión del poder, la seguridad refiere más bien el ámbito de conservación de la estatalidad misma del Estado, su propia posición y poder.

El narcotráfico, ¿realmente puedo creer que todos aquellos ejecutados y descabezados que día con día me son referidos por los medios de comunicación, son personas involucradas en el narcotráfico?, ¿puedo creer que cada uno de ellos es un criminal?

¿puedo creer que cada uno de ellos es un soldado que nuestra madre nos dio?

Pero esa no es la cuestión, pues que más allá de las denominaciones de narcotraficante, criminal, asesino, el Estado mexicano, el mismo que incrementa el precio de los cigarros, es aquél que asesina a nuestros hermanos, pues a mí, respecto a la vida, me importa un cacahuate si son o no son todo aquello que los medios de comunicación informan. Son seres humanos, son mexicanos, o mejor dicho, eran.

Pero ahora, yo también soy un asesino, pues fumar mata, y no sólo a mí. ¿Por qué la eutanasia puede ser un tema de debate público respecto al deterioro de la calidad de vida, y el derecho de las personas a renunciar a ella en caso de enfermedad terminal, y no así que cada persona pueda elegir cuándo y cómo terminar con su existencia?

¿Por qué la eutanasia tiene que legalizarse cuando que la legalización implicaría el mismo orden de poder que el Estado práctica para con las mujeres pero ahora extendido a la generalidad de los desahuciados?

Si para algo sirve la historia es para recordar que la independencia de las trece colonias de América comenzó con el incremento de los impuestos al consumo del té por parte de la Corona británica, que la revolución francesa enarbolando los principios de la libertad, la igualdad y la fraternidad, una vez convertida en Estado, le confirió a sus ciudadanos los tres principios bajo el común denominador de la muerte, bajo el amparo del símbolo de la guillotina. Si la historia sirve para algo es para saber qué significa terrorismo, para pensar qué significa muerte y poder.

Seré padre, pero no serán tus hijos. Serán de Pamela y míos, sólo para ser ellos mismos, no tu preocupación, no tu interés o no tu ámbito de expansión y conservación de poder.

Aquí comienzo yo, pues no olvidemos que la posibilidad de una política pos-maquiavélica se juega en el encuentro de la política con la meditación. No olvidemos que la única posibilidad de la moral exitencialista se juega en la pluma y el bolígrafo del poeta, del pensador.

Espero contar contigo para lo indispensable, pues no es lo mismo el Estado clínico al Estado social. Es aquí donde ser padre es hacer filosofía.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Vida y poesía

De vivir la vida no existe el error, ¿pero quién acaso vive su vida?
De vivir la vida no existe el error pues lo vivido es lo que se vive en cada instante del ser-ahí.
Ser-ahí es ser el instante de cada instante vivido. La vida siempre es ser-ahí.
Sin embargo creemos en el error. Creemos en el miedo y en la desesperación. Creemos en el sueño y en la desilusión. Creemos en la esperanza y en el destino. Creemos en la traición y en la maldad. Creemos que hay cielos e infierno, creemos que existe la bondad.

¿Dónde comienza el error?

El error comienza en el lenguaje. ¿Por qué el lenguaje sólo puede vivir en el error?
¿Cuándo vendrá un lenguaje que diga sí al vacío, que no se engañe con abismos de su ilusión, que no sea espejo de su avaricia, que sea simplemente lengua viva, y que como vida no pueda vivir en el error?
¿Cómo es posible existan errores ortográficos?
¿Cómo es posible que siquiera se pueda pensar en términos así?
¿Cómo es que el error puede vivir en sí mismo?,
¿Cómo fue que encarnamos en palabra la posibilidad del ser-ahí?
¿Cómo fue que nos confundimos?,
¿cómo fue que con la escritura dejamos de vivir?

No hay sacrificios del señor,
si el lenguaje se encarna y el lenguaje muere,
siempre es por un asesino.
El asesino soy yo.

Pero resulta que si alguien escribió y alguien vivió,
cuando que ambos están muertos,
el que debe vivir los preceptos de dios
nunca fue uno de los dos. Ni tú, ni yo.

¿Qué pasó con Dios?

La primera conclusión es que no se puede no-querer.
Pues el querer es siempre la apertura al lenguaje, el empleo de él. Pero ¿quién emplea?, ¿a quién?, ¿para qué?, ¿para quién? ¿Cómo modifica estás condiciones la lecto-escrituración de nuestras vidas?

Ante la vida los budismos pretenden erradicar toda voluntad. Para esto disponen del om, pero om es arribar a la poesía, cuando que la poesía es habitar en el error.
De vivir la vida renunciar a la voluntad no es renunciar a la poesía, sino arribar a las costas de la frustración, la desidia, la agonía.
Lo re-querido es transvertir la voluntad en poesía. Que el lenguaje viva, aceptar que lo dicho tampoco puede vivir en el error. Que el error es sólo la ignoracia de toda lengua viva, la ignorancia de su propio designio, de su propia vocación. De su error de no ser viva, de creer vivir en el error.
La doctrina del amor fati enseña esto, pero aún con Nietzsche debemos transvertir la frustración. No es sólo la subversión de todos los valores, es antes la transversión de la valoración. Ahí es dónde inicia la pregunta por el sentido del ser, la pregunta por la esencia de la verdad, el sino de la historia y los destinos del fundador de la nación.

¿Para qué filósofos, para qué poetas?

Es en los tiempos de gran peligro en los que aparecen los filósofos –allí cuando la rueda gira cada vez más rápida –, ellos y el arte aparecen en lugar del mito que se diluye. Pero son enviados con mucha anticipación, porque la atención de los contemporáneos se vuelve hacia ellos sólo lentamente. Un pueblo que es conciente de sus peligros engendra al genio."

Friedrich Nietzsche

Escúchame, sólo escúchame, te lo pido

Los desiertos del alma están más cerca de lo que tus sueños son tuyos.
El silencio es el gran hermano, pero el silencio también se confunde con la noche de la pasión. Hubo épocas en donde ser-ahí no requería del acuerdo; pero, cuando tu alma se desgarra, el acuerdo sólo viene de la voluntad de cabalgar al tigre de la pasión.
Un tigre no muere nunca, su garra lacera cada árbol de tu vida, estén vivos o marchitos. Un tigre así es tu destino, ¿qué marcas quieres que nos señalen nuestros pasos?
Hay un camino, y ese va a ser, por siempre y para siempre. Pero el camino lo señalan los hitos que depositamos cuando fuimos estrellas de nuestros propios gritos, llantos, angustias y tristezas, pero también de cada risa, de cada alegría. En cada sueño concedido, en cada pesadilla vivida, se realizan las indicaciones de lo por transitar, de llegar a ser lo ahí vivido. Eso es lo que existe cuando decimos futuro.
Todo eso no sentimos cuando sucede lo real.

¿Qué quieres vivir hoy?

¿Ahora, cuántas vidas crees haber vivido?

¿En cuántas de esas vidas has muerto?

¿En cuántas de esas vidas has fracasado?

¿En cuántas vidas vividas se frustraron tus alegrías al pensar que un día no vivirías lo que antes fue tuyo?,

¿sabías que el olvido también es un don?

¿En cuántas vidas la vida pasó ante tus ojos, pero tú sólo la viste pasar como tu angustia y tu desesperación, tu miedo a estar sola y tu anhelo de vivir en soledad?

¿Cuántos cuerpos ocupaste antes de llegar conmigo?

¿Cuántos cuerpos quieres ser antes de llegar a morir?

¿Cuántas muertes quieres haber muerto antes de haber vivido?

¿Cuántas vidas quieres vivir alejada de ti?

Soy tu hombre, silencio de mi rostro ante la tempestad.

Soy la tempestad de mi nombre,
silencio rojo que calcina la noche.

Soy la noche de nuestras almas,
aliento mortal que señala los pasos del camino:

Soy sin saber de mí,
soy destino del silencio,
silencio encarnado en ti.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Only for your eyes

Mi cuerpo tiembla al instante que logro capturar la plena esencia de cada instante, el vacío infinito de su belleza.

Se sorprenden cuando al inventor de Facebook le hacen una película de su vida, a menos de cinco años de haber inventado Facebook. Pero no se sorprenderían de ver una película más, corto o anuncio, donde hacen una imagen más al inventor de la rueda.
Bien, ¿pero se imaginan una película al inventor del sonido? Es decir, ¿se pueden imaginar una película sobre dios mismo?
Por ejemplo, si nos ponemos a imaginar el destino de los cuatro redactores de los evangelios no existe alternativa más que la de convertirlos en santos. Pues digo, si saben la verdad, será necesario haberlos matado. Pero si los matas, es porque ellos escribieron la verdad. ¿Ves? Por eso los nombré redactores, porque no escuchaste lo que dije y tuve que señalártelo con una marca especial. Su “muerte” y su santidad. Bien, entonces me dirás una pregunta, quién es entonces el autor del evangelio, pero siquiera te das cuenta de la vana pretensión de toda tu soberbia, quién es el autor de este texto, quién es el autor de ésta soberbia.
Me volverás a leer, como quien intenta capturar algo que recuerda. Sólo son mariposas, déjenlas emerger.
Ahora, una vez emerjan, pregúntense por la vida de otros inventores. ¿Quién inventó Internet?, ¿quién inventó las computadoras?, ¿quién inventó los lenguajes de programación?, ¿quién inventó el lenguaje?, ¿quién invento en la invención?
La idea básica de la invención es la idea misma. ¿Quién hace la idea? Dios.
¿Me explico?
Ahora piensen nada más en la trama de la película sobre el güey de Facebook; no hace falta más que ver el corto de treinta segundo en televisión. Va a la universidad, estudia una madre bien difícil, y, a parte, en Harvard, pero bien, que sea famosa no significa que sea lo que dice ser. ¿Por cierto, cuándo han visto un comercial de Harvard? Sí, aún cuando sus alumnos la abandonen, ella es su alma mater. Un bebe también puede nacer muerto.

Eyes wide shoot

Toda pintura inicia con la marca, toda marca inicia con el silencio, cada silencio muere en la poesía. Sólo la poesía salva la nada.
La nada es la esencia de la palabra. El silencio es la esencia de la marca escrita.

Su sonido, la muerte una vez enuncias la palabra.

¿Qué vas a decir hoy?

Para Dios poesía,
para el hombre aliento y destino,
para los hijos del hombre mundo,
y para el mundo los poetas.

¿Y las leyes, la libertad, la ciencia, el estado de Derecho, tus instituciones o la economía? Todo ello es silencio en vuestras manos.
Confiáis en Dios, que Dios os proteja y nos deje dones y marcas a vuestros pies.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Micaela Santiago

Palabras ocultas que convocan la noche,
tu boca,
la mía
instante.

Palabras que se ocultan en la tierra,
tu cuerpo,
el mio
la muerte.

Palabras que se llaman futuro
los actos,
la carne,
la tierra en el vientre revuelta.

Palabras que son nuestro aliento,
nuestras manos,
nuestras voces,
nuestros hijos

nuestra carne.

Virgen de la guerra

Fundido en el rostro de la nueva violencia
el trueno no recordó y se enterró a tu figura.

El trueno que no arde es de la noche
en que consumimos todo el cristal de la vida
en un sólo vendaval de profecías,
en una sola gota de tristeza.

Hermanos de destino
hermanos de sangre ajena y enemiga
fundí sus rostros en la nueva víctima,
doncella que recién muerta entrega su poesía

Epitafio mañana

Olvidé tu rostro
cuando desperté a tu lado ausente
sin el ronroneo de tu cuerpo
sin las olas de tu manta
sin el campo de guerra de tus ojos
sin el poema de tus piernas
sin el sepulcro a la desconocida amada
El silencio es la vida de una estrella, que muere lenta de estar muerta en la luz de su sonido: la muerte de una estrella.

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