martes, 20 de julio de 2010

Me gusta ser cascada

Me gusta ser cascada,
palabra que se abisma
de sus propias ropas desgastadas,
de las leyes impúdicas
que racionan la palabra a su tacto,
del contacto de la piel y de la nada.
De su vanidad.
Cascada que espeja su voz,
de la voz que desviste sus abismos,
buscando el frutarse de las cosas,
tus labios y no sonrisa fingida
que llama en llamas,
celosa de sus propias sombras,
de sus propias rutas,
de sus propios goznes
y relinches de seda.
Me gusta ser cascada.

1 comentario:

  1. Lloras tu propio llanto,
    muerdes tu propio labio mordido,
    pasas y vuelves a pasar por el mismo sitio...

    recuerda una roca...
    en una costa...
    nunca dejó de esperar aquella quien la posa...

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